La defensa personal es un conjunto de habilidades técnico-tácticas encaminadas a impedir o repeler1 una agresión, realizadas por uno mismo y para sí mismo.
También recibe otras denominaciones como autoprotección o seguridad personal, no obstante estos conceptos tienen un ámbito mayor, donde destaca fundamentalmente el componente preventivo.2
Índice
Historia
Escenas de lucha en las tumbas de Beni Hassan (Egipto) 2000 a. C.
La historia de la lucha cuerpo a cuerpo se remonta a los orígenes de la humanidad, como expresión de la rivalidad natural.3 De hecho, la lucha por la supervivencia es anterior al hombre (ej: animales).
Tipos de defensa personal
La defensa personal puede ser genérica o especializada (femenina, infantil, etc), resultando más eficaz cuanto más adaptada esté a las necesidades propias de cada persona, atendiendo a sus características, al tipo de agresiones que pueden sufrir con mayor frecuencia, etc.
Características de la defensa personal
Las habilidades técnico-tácticas de la defensa personal deben ser eficaces para conseguir el objetivo de evitar o repeler la agresión.
Pueden utilizarse todo tipo de recursos disponibles sin más límite que el marcado por la legislación. Resultando, de este modo, una materia multidisciplinar que contiene habilidades de las diversas artes marciales y militares, de los deportes de contacto y lucha, de otros tipos de lucha poco ortodoxas como la pelea callejera, así como de habilidades verbales.
La defensa personal está formada por habilidades técnico-tácticas tanto defensivas como ofensivas y, cuando es posible, debe aplicarse anticipándose al desarrollo de la acción atacante del agresor.